Discurso de Bill Gates en Davos 2008

Existen personas que merecen ser escuchadas con atención, no solo pre-juzgadas por como se ven o por las cosas que tienen, sino por las cosas que piensan y mas aun las cosas que hacen. Una de esas personas es Bill Gates, como persona del mundo de la tecnologia tiene un perfil especial, satanizado por muchos, venerado por otros, pero como persona en el mundo filantrópico tiene cosas muy valiosas que de ser debatidas abiertamente pueden lograr un cambio importante en el mundo, básicamente es el tipo de persona que tiene las ideas y tiene los medios para desarrollarlas.

A continuación les cito el discurso que dio en Davos en el 2008, a propósito de su despedida como empleado de microsoft.

Algunos de nosotros somos tan afortunados que nos llega un momento en la vida en que podemos hacer una pausa, reflexionar en nuestro trabajo y decir: "Esto es una maravilla, divertido, emocionante y útil, lo podría hacer el resto de la vida”. Pero el paso del tiempo nos fuerza a cada uno reflexionar y preguntarnos: ¿Qué he logrado hasta ahora? ¿Qué me falta por lograr? Hace treinta, veinte, diez años mi enfoque era completamente en cómo la magia del software podría cambiar el mundo.

Pensé que los adelantos tecnológicos podían resolver los problemas clave. Y es verdad que lo hacen en forma creciente para miles y millones de personas. Pero los adelantos le cambian la vida a la gente solamente cuando lo pueden costear y cuando hay demanda económica. Pero la demanda económica no es igual que necesidad económica. Hay miles de millones de personas que necesitan los grandes inventos de la era de los computadores, y además, tienen muchas más necesidades básicas, pero no tienen la forma de expresar sus necesidades de manera significativa para los mercados. Por lo tanto no lo hacen. 

Si vamos a tener una verdadera oportunidad de cambiar nuestras vidas, necesitaremos otro nivel de innovación. No solamente necesitaremos otro nivel de innovación ni sólo de innovación tecnológica, necesitamos innovación en los sistemas también. Eso es lo que quiero discutir con ustedes hoy en Davos. Déjenme comenzar por expresar una perspectiva que quizá no es ampliamente compartida. El mundo está mejorando. En forma significativa y creciente, el mundo es un mundo mucho mejor que antes. Consideren el estado de la mujer y las minorías en la sociedad, virtualmente cualquier sociedad comparada con cualquier momento en la historia. 

Consideren que la expectativa de vida se ha casi duplicado en los últimos 100 años. Consideren la gobernabilidad, el número de personas que están en las elecciones ahora, expresan sus puntos de vista y disfrutan mayor libertad económica comparada con cualquier momento del pasado. En estas áreas cruciales, el mundo está mejorando cada día más. Estas mejoras se han equiparado y en algunos casos han sido disparadas por los avances en las ciencias, tecnología y medicina. Nos han traído a un punto alto en el bienestar humano. 

Estamos al comienzo de una revolución impulsada por la tecnología en cuanto a lo que la gente podrá hacer una por otra. En las próximas décadas, tendremos habilidades nuevas asombrosas para diagnosticar y curar las enfermedades, educar el mundo de los niños, crear oportunidades para los pobres y aprovechar las mentes más brillantes del mundo para resolver nuestros más difíciles problemas. Así es como veo el mundo y esto debe aclarar una cosa: soy un optimista, pero un optimista impaciente. El mundo está mejorando, pero no lo suficientemente rápido, y no está mejorando para todos. Los grandes avances en el mundo a menudo han agravado las inequidades en el mundo. Los menos necesitados ven las mayores mejoras y los más necesitados ven menores mejoras, en particular los miles de millones de personas que viven con menos de un dólar al día. 

Hay aproximadamente mil millones de personas en el mundo que no tienen suficiente comida, no tienen agua potable, ni electricidad, las cosas que nosotros damos por hecho. Las enfermedades como la malaria matan a más de un millón de personas por año y reciben mucho menos atención que las drogas que ayudan a evitar la calvicie. No solamente pierden estas personas los beneficios de la economía global – sufrirán de los efectos negativos del crecimiento económico que no tuvieron. El cambio climático tendrá el mayor impacto en la gente que ha hecho menos para causarlo. ¿Por qué será que la gente se beneficia en proporción inversa a sus necesidades? Los incentivos del mercado causan esa situación. En un sistema de capitalismo puro, a medida que aumenta la riqueza de la gente, aumenta el incentivo financiero para servirles. 

A medida que la riqueza disminuye, el incentivo financiero para servirle disminuye, hasta que se vuelve cero. Tenemos que encontrar la forma para que los aspectos del capitalismo que sirven a los más ricos sirva a los más pobres igualmente. El genio del capitalismo yace en su capacidad de hacer que el interés propio sirva al interés más amplio. El potencial de un gran retorno financiero por la innovación libera a un amplio conjunto de gente talentosa que persigue muchos descubrimientos diferentes. Este sistema impulsado por el interés propio es responsable de las grandes innovaciones que han mejorado las vidas de miles de millones. 

Pero para aprovechar este poder para que beneficie a todos, tenemos que refinar el sistema. Como yo lo veo, hay dos grandes fuerzas de la naturaleza humana: el interés propio y el interés de ayudarle a los demás. El capitalismo se apoya en el interés propio en formas útiles y sostenibles, pero solamente a nombre de los que pueden pagar. La filantropía y la ayuda gubernamental canalizan nuestra preocupación por aquellos que no pueden pagar, pero los recursos se agotan antes de satisfacer las necesidades. Pero para darle una mejora rápida a los pobres necesitamos un sistema que nos permita aprovechar los innovadores y las empresas en una manera mucho mejor de lo que hacemos actualmente. Tal sistema debe tener una misión doble: producir utilidades y mejorar las vidas de aquellos que no se benefician completamente de las fuerzas del mercado. 

Para que el sistema sea sostenible, debemos utilizar los incentivos de utilidades siempre que podamos. Al mismo tiempo las utilidades no siempre son viables cuando la empresa trata de servir a los pobres. En tales casos, debe haber otro incentivo basado en el mercado y ese incentivo es el reconocimiento. El reconocimiento aumenta la reputación de la empresa y atrae a los clientes; por encima de todo atrae gente buena a la organización. Como tal, el reconocimiento active una recompense basada en el Mercado por buen desempeño. En los mercados en que las utilidades no son viables, el reconocimiento es su reemplazo; cuando es posible generar utilidades el reconocimiento es un incentivo agregado. El desafío es diseñar un sistema en que los incentivos del mercado, incluyendo la utilidad y el reconocimiento, impulsen el cambio. 

Me gusta llamar este nuevo sistema capitalismo creativo, un enfoque en que los gobiernos, las empresas y las entidades sin ánimos de lucro trabajen juntos para estirar el alcance de las fuerzas del mercado para que más gente pueda generar utilidades o ganar reconocimiento, haciendo el trabajo que suavice las inequidades mundiales. Algunas personas quizá objeten este tipo de "cambio social basado en el mercado", allegando que si combinamos el sentimiento con el interés propio, no expandiremos el alcance del mercado sino que lo reduciremos. Pero Adam Smith, el padre del capitalismo y el autor de “Wealth of Nations” (Riqueza de las Naciones) quien creía firmemente en el valor del interés propio para la sociedad, comenzó su primer libro con las siguientes líneas: "Cuán egoísta se pueda suponer que es el hombre, evidentemente hay algunos principios en su naturaleza que lo hacen interesarse en la suerte de los demás, y le dan la felicidad necesaria, aunque no se beneficie en nada, excepto por el placer de verlo suceder". 

El capitalismo creativo toma este interés en la riqueza de los demás y lo une a nuestro interés en nuestras propias riquezas, en formas que ayudan a avanzar a ambas. Este motor híbrido del interés propio y la preocupación por los demás sirve a un círculo mucho más amplio de gente del que se puede alcanzar por el sólo interés propio o la sola preocupación por los demás. Mi pensamiento sobre este tema ha sido influido por muchas experiencias diferentes, incluyendo a nuestro trabajo en Microsoft para solucionar la inequidad. Durante los últimos 20 años Microsoft ha utilizado la filantropía empresarial como forma de llevar la tecnología a la gente que no tiene acceso a ella. Hemos donado más de 3.000 millones en efectivo y software para tratar que la distribución digital sea más equitativa y eso continuará. 

Pero nuestro mayor impacto no es solamente software gratis o poco costo de por sí, sino cuando enseñamos a utilizar la tecnología para crear soluciones. Y estamos comprometidos para traer más de esa pericia a la mesa. Nuestros grupos empresariales y de productos en todo el mundo y algunas de nuestras mejores mentes en nuestro laboratorio de investigación en India, están trabajando en nuevos productos, tecnologías y modelos de negocios que pueden hacer la computación más accesible y menos costosa. En un caso estamos desarrollando una interfaz libre de texto que permitirá a la gente analfabeta o semi-analfabetas utilicen un PC instantáneamente, con mínima capacitación o ayuda.

En otros estamos viendo cómo la tecnología inalámbrica, junto con el software, puede evitar los costosos costos de conectividad que son un obstáculos para el acceso de la computación en áreas rurales. Hemos considerado una manera más enfocada sobre los problemas que enfrentan los más pobres, dando a nuestros más innovadores pensantes el tiempo y los recursos para que puedan idear las soluciones. Este tipo de capitalismo creativo une la pericia empresarial con las necesidades del mundo en desarrollo para encontrar mercados que ya existen pero no se han impactado. 

Algunas veces las fuerzas del Mercado no tienen impacto en los países en desarrollo porque no hay demanda o porque el dinero hace falta, porque no invertimos suficiente tiempo para estudiar las necesidades y límites de ese mercado. Este punto se enfatizó de forma elocuente en el libro de CK Prahalad book “The Fortune at the Bottom of the Pyramid” (La fortuna en la parte inferior de la pirámide), y que ha tenido una inmensa influencia en las compañías en términos de expandir la razón de la utilidad a través de innovación especial. 

Cuando la Organización Mundial de la Salud trató de ampliar la vacunación contra meningitis en África, no fue derecho al fabricante de vacunas, primero fue a África a aprender qué gente podía pagar. Se dieron cuenta que si querían que las madres compraran esta vacuna para sus bebés tenía que costar menos de 50 centavos por dosis. Luego desafiaron a los socios para que no excedieran este precio, y de hecho, el Serum Institute en India encontró una forma nueva de producir las vacunas a 40 centavos cada una. La compañía acordó proporcionar 250 millones de dosis para distribuir a través de sistemas de salud pública durante la próxima década, y tienen la libertad de vender directamente al sector privado también. 

En otro caso, una compañía holandesa, que tiene los derechos sobre la vacuna del cólera, retiene los derechos en el mundo desarrollado, pero comparte esos derechos con fabricantes en países en desarrollo. El resultado es una vacuna contra cólera fabricada en Vietnam que vale menos que $1 dólar por dosis y que incluye el despacho y los costos de una campana de vacunación. Hay varias industrias que pueden aprovechar este tipo de precio en niveles para ofrecer medicina y tecnología valiosas a la gente de pocos recursos. 

Estos proyectos son solo una idea leve de lo que podríamos lograr si los expertos en las necesidades del mundo en desarrollo se reunieran varias veces al año con científicos en compañías de software o medicamentos para ayudarles a tratar de encontrar aplicaciones para sus mejores ideas para el mundo pobre. Otro enfoque del capitalismo creativo incluye un rol directo para los gobiernos. Claro está que los gobiernos hacen mucho para ayudar a los pobres en formas que van mucho más allá de los mercados en maduración: financian la investigación, subsidian la atención de la salud, construyen colegios y hospitales. Pero algo del trabajo al más alto nivel que el gobierno puede hacer es fijar la política y distribuir los fondos en formas que puedan crear incentivos de mercados para la actividad empresarial que mejore las vidas de los pobres. 

Bajo una ley firmada por el Presidente Bush el año pasado, cualquier laboratorio que desarrolle un tratamiento para una enfermedad desatendida como malaria o TB podría obtener una revisión prioritaria de la Food and Drug Administration para otro producto que haya fabricado. Si usted desarrolla una nueva droga para la malaria, su rentable medicamento para bajar el colesterol podría salir un año antes al mercado. Esta revisión prioritaria podría costar cientos de millones de dólares. Otro enfoque del capitalismo creativo es simplemente ayudar las empresas en el mundo pobre para que alcancen los mercados del mundo rico. 

Mañana por la mañana les anunciaré una alianza que les da acceso a los agricultores africanos al mercado del café Premium con la meta de duplicar sus ingresos de sus cultivos de café. Este proyecto les ayudará a los agricultores africanos producir café de la mejor calidad y a conectarse con compañías que quieran comprarlo. Esto les ayudará a salir de la pobreza, tanto a ellos como a sus familias y sus comunidades. Finalmente, una de las formas más inventivas del capitalismo creativo tiene que ver con alguien que todos conocemos muy bien. Hace unos años estaba sentado en un bar aquí en Davos con Bono. Después de que Asia, la mayor parte de Europa y África se había ido a acostar, él estaba entusiasmado hablando de cómo podíamos conseguir un porcentaje de las compañías cívicas para ayudar a cambiar el mundo. Él continuamente llamó a diferentes personas, las despertaba y me daba el teléfono. 

Sus proyecciones fueron un poco entusiastas al comienzo, pero el principio lo tenía correcto. Si usted le da a la gente la oportunidad de asociarse con la causa que les importa, pagarán más y esa prima marcará una diferencia. Así nación la Campaña RED aquí en Davos. Los productos RED están disponibles en compañías como Gap, Motorota y Armani. Solamente esta semana Dell y Microsoft se unieron a esta causa. Durante los últimos seis meses y medio, RED ha generado $50 millones para el Global Fund to Fight AIDS, TB, y Malaria. Como resultado, casi 2 millones de personas en África están recibiendo medicamentos que les salva la vida. Lo que une todas las formas de capitalismo creativo es que son esfuerzos para traerle soluciones que descontamos por hecho a personas que no las pueden obtener. A medida que refinemos y mejoremos este enfoque, tenemos todas las razones para pensar que estos motores de cambio se volverán más grandes, firmes y eficientes. Hay un creciente entendimiento alrededor del mundo que cuando el cambio se impulsa mediante incentivos basados en el mercado, se tiene un plan sostenible para el cambio, porque las utilidades y el reconocimiento son recursos renovables. 

Klaus Schwab maneja una fundación que ayuda a los empresarios sociales alrededor del mundo, hombres y mujeres que convierten sus ideas para mejorar las vidas en productos o servicios asequibles. El Presidente Clinton demuestra el rol singular que puede jugar una entidad sin ánimo de lucro al igual que un negociador entre los productores del mundo rico y los consumidores del mundo pobre. La revista Fast Company otorga premios por lo que llaman Capitalismo Social. Estas no son unas pocas historias aisladas; esto es un movimiento mundial, y todos tenemos la capacidad y responsabilidad de acelerarlo. Me gustaría solicitarles a todos aquí – ya sea que estén en el mundo de negocios, gubernamental o sin ánimo de lucro – que asuman un proyecto de capitalismo creativo el próximo año. No tiene que ser un nuevo proyecto; se puede tomar un proyecto existente, y ver dónde se puede ampliar el alcance de las fuerzas del Mercado para ayudar a avanzar las cosas. Cuando se proporciona ayuda extranjera, cuando se hace caridad, cuando se trata de cambiar el mundo – podrá también encontrar formas de poner el poder de las fuerzas del mercado detrás del esfuerzo de ayudar a los pobres? Espero que las empresas consideren donar un porcentaje del tiempo de sus mejores innovadores que pudiera ayudarle a la gente que se quedó por fuera de la economía mundial. Este tipo de aporte es mucho más poderoso que simplemente regalar efectivo u ofrecer a sus empleados el tiempo libre para servir de voluntarios. Es un uso enfocado de lo que mejor hace su compañía. Es una maravillosa forma de capitalismo creativo, porque toma el poder mental que mejora la vida para los más ricos, y lo dedica para mejorar las vidas de todos los demás. 

Hay diversas compañías farmacéuticas - GlaxoSmithKline en particular – que están poniendo a sus principales innovadores a trabajar en nuevos enfoques para ayudarle a los pobres. Otras companies están hacienda lo mismo – en comida, tecnología, celulares. Si pudiéramos tomar los líderes en estas áreas como modelos, y si logramos que el resto hagan lo mismo, podríamos tener un impacto dramático contra las inequidades del mundo. Finalmente, espero que los grandes pensadores que están aquí dediquen algún tiempo para encontrar formas para que las empresas, gobiernos, NGO, y los medios para crear mensajes sobre qué hacen las compañías para usar su poder e inteligencia para servir a un círculo más amplio de gente. Esto a su vez puede convertir las buenas obras en reconocimiento y asegurar que el reconocimiento traiga recompensas basadas en el mercado haga la mayor cantidad de trabajo para servirles al mayor número de personas. Vivimos en una era fenomenal. Si podemos invertir las primeras décadas del siglo 21 para encontrar enfoques que se ajusten a las necesidades de los pobres en formas que generen rentabilidad, habremos encontrado una forma sostenible de reducir la pobreza en mundo. Esta tarea es infinita, nunca termina, pero el esfuerzo apasionado para responder este desafío ayudará a cambiar el mundo.

Enlace:

http://www.microsoft.com/Presspass/exec/billg/speeches/2008/01-24WEFDavos.mspx

Traducción:

http://www.redemprendedoresbavaria.net/angelica/weblog/257.html