Imagen vs. Diseño digital

Durante muchos años, se ha venido hablando sobre los beneficios de contar con una buena imagen en una plataforma digital: Trae consigo más clientes y genera una mayor proximidad con los consumidores.

Sobre este punto, también se se habla que entre más colores y variedad de opciones en el sitio va genera en el cliente un mayor interés en analizar e investigar la información. Sin embargo, aquí es donde se cae en uno de los mayores errores. No siembre una imagen agradable, estéticamente hablando, y un mayor contenido son sinónimos de más clientes o mayor interés.

Ante esto, es común que nos preguntemos, entonces ¿qué quieren ver los clientes en nuestro sitio?, ¿qué es lo que ven?, ¿por qué lo ven?

Las tendencias visuales varían con los años y consigo traen nuevos intereses o retos para aquellos encargados del proceso de ingeniería de software y diseño de experiencia de usuario. De hecho por estos tiempos parece que despertamos más interés por lo puntualizado y enfocado a la simplicidad, debido a la falta de tiempo de las personas. Donde el cliente o consumidor busca unos aspectos específicos y, así, resolver su necesidad en el menor tiempo posible. De lo contrario, muy seguramente, despertaremos un sentimiento de desesperación. 

Partiendo de lo anterior, en donde la plataforma se viene convirtiendo en la imagen misma de la empresa, la claridad y puntualidad de los contenidos se vuelven un aspecto fundamental. No siempre más es mejor, pero, tampoco poco es bueno. Ante esto, se vuelve fundamental que identifiques el mercado objetivo al cual quieres llegar y determina tu producto o servicio como el protagonista de la plataforma digital. 

El color es un elemento fundamental en cualquier página web. Es capaz de “manipular” el subconsciente de las personas, no solo generando que la web resulte agradable, sino logrando conseguir que la lectura de texto sea fácil, y que en definitiva vean lo que quieres que vean de ella. 

En cualquier caso, debemos evitar las saturaciones de tonos o colores. Especialmente cuando son muy llamativos. Esto puede volverse incómodo visto desde el lado del consumidor o generar puntos focales inapropiados que, generalmente, traen consigo un desinterés o mala interpretación de los contenidos.

El tiempo es oro. Y es nuestra responsabilidad permitirte a nuestros usuarios aprovecharlo de la mejor forma. En este punto se vuelve fundamental predominar el diseño de productos digitales usables y efectivos, sobre plataformas saturadas e imprecisas.