¿Somos realmente innovadores en Colombia?
Tatiana Barco
Strategy ConsultantÚltimamente me he encontrado entre perdida y confundida con las declaraciones de grandes líderes de negocios y emprendedores que denominan a Colombia como “el país más innovador de Latinoamérica” y me gustaría entender de dónde viene tal afirmación, si como colombiana y consultora de estrategias de innovación y emprendimiento, aún me siento bastante frustrada con la experiencia que ofrecen los servicios y productos de estas compañías.
Es cierto que tenemos varios sectores donde hay un excelente desempeño del área I+D+i, sacando productos innovadores que solucionan un problema específico de una forma revolucionaria. Por esto vemos a Ecopetrol llevándose el primer lugar entre las empresas más innovadoras del país y a Cementos Argos invirtiendo en el último año $113.000 millones en su proyecto de ‘Cemento Verde’.
Mientras tanto, las empresas manufactureras más innovadoras están en los sectores de fabricación de plaguicidas y químicos de uso agropecuario (10,3%); productos informáticos, electrónicos y ópticos (8,3%), además de las sustancias químicas y sus derivados (7,9%).
También encontramos cifras como la del crecimiento del ecosistema de emprendimientos que fue del 26% en el 2020, a pesar de estar en plena pandemia. Hecho que nos despierta un sentimiento como empresarios por desarrollar país con nuevos servicios y productos. De lo cual, sí me siento totalmente orgullosa, porque se evidencian sectores puntuales donde se realiza un proceso adecuado para el desarrollo de la innovación.
Sin embargo, si nos ponemos a investigar y a analizar, el nivel de alcance y desarrollo que tienen las empresas privadas en estos proyectos de innovación, encontramos un alto déficit de presupuesto e inversión en recursos de investigación. En promedio, Colombia invierte el 0,27% del PIB en innovación, una cifra baja si se le compara con los países de la OCDE, los cuales presentan un promedio de inversión del 2,4%.
Además, otro hecho particular es que existe medio investigador/a por cada 1.000 personas en edad laboral, lo que quiere decir que por más que se esté hablando constantemente de innovación, el design thinking, el lean design y otras metodologías para llevar a cabo este proceso; pareciera que la investigación, una de las etapas más relevantes de un proceso de desarrollo, se realiza de una manera superficial sin estudiar a fondo los comportamientos y demás aspectos influyentes en el contexto puntual donde vive ese proyecto de innovación.
He estado estudiando proyectos de empresas líderes en el país que transmiten mensajes potentes sobres sus grandes desarrollos de innovación, y cuando como usuarios intentamos acceder a estos nuevos servicios, nos encontramos con experiencias pensadas únicamente en cumplir un objetivo de venta, mas no en satisfacer nuestras necesidades.
Incongruentemente, ese gran proyecto de innovación en vez de traer crecimiento y oportunidad para resolver un problema, lo que genera es una frustración ya aceptada por todos los usuarios digitales colombianos.
De esta manera, cuando me encuentro con titulares como “Empresas privadas invierten 4% de ventas en innovación” no solo quedo confundida, sino que comprendo que son títulos vendedores pero no realistas, y me hace cuestionar sobre el entendimiento que tenemos del concepto “innovación”.
Si creemos que al utilizar un nuevo producto o servicio, el sentimiento que debemos tener es el de la frustración y decir “es lo que hay”, estamos totalmente equivocados. Necesitamos de empresas que desarrollen sus proyectos innovadores centrados, no solo en brindar un nuevo producto, sino en dar la solución perfecta a quien la esté necesitando. No es aceptable que se hable de inversiones de 20 billones en actividades de ciencia, tecnología e innovación, si al final el resultado es insatisfactorio y que muchas veces implica retrocesos.
En el entorno digital pasa exactamente lo mismo, cuando grandes empresas sacan un nuevo proyecto innovador que no cumple con una etapa profunda de entendimiento e investigación contextual, lo único que hacen es espantar a los usuarios potenciales, perder sus recursos y quedarse estancados sin poder escalar.
Esta es una de las principales razones por las que solo 1 de cada 10 proyectos digitales es exitoso, puesto que los demás no están centrados en satisfacer una necesidad puntual de los usuarios, ni en cumplir todo lo que conlleva una excelente experiencia y son muy pocas las plataformas digitales colombianas que merecen ser denominadas “proyectos innovadores”.
Written by Tatiana Barco
Tatiana helps businesses develop and implement strategic plans to drive growth and efficiency. Her insights and analytical skills guide clients in navigating complex challenges and seizing opportunities.