Son muchos los casos en los que pasar a los hechos vierte a ser más complejo que pensar en la idea misma. Lo vemos todo el tiempo. Emprendimientos ambiciosos e innovaciones disruptivas que se quedan a medio camino por su mala gestión. Aquí cobra sentido el estudio realizado por NoSQL y su impactante conclusión: nueve de cada diez proyectos digitales fracasan.

¿Algunas de las razones? La falta de planeación a largo plazo, el miedo a romper con las infraestructuras heredades, o la incapacidad de diferenciar entre inversión y gasto. En este punto, miremos más allá del país o la industria, pues muchas de las organizaciones que deciden emprender su viaje digital, e incluso lanzan una plataforma, desconocen la importancia del ¿y ahora qué?

Del fracaso al éxito digital

Cuando estamos dispuestos a optimizar nuestro recurso humano, alcanzar más clientes o aumentar las ventas, muchas veces lo primero que pensamos es en implementar un desarrollo digital: websites, aplicaciones, e-commerce, entre otros. Pero, ¿en algún momento nos hemos puesto a pensar en detalle sobre los costos asociados para que esa estrategia sea un éxito?

Por lo dicho, es claro que los presupuestos para esta clase de proyectos pueden variar en monto y ceros según el alcance o industria que corresponda. Sin embargo, no podremos decir lo mismo sobre el porcentaje de distribución que se debería hacer en la inversión.

Una fórmula eficaz para garantizar la sostenibilidad y crecimiento de su producto digital es invertir de la siguiente manera: 40% en el desarrollo, 30% en el plan de mercadeo y 30% en el mantenimiento o mejoras. Todo esto, claro, estimando los costos asociados que podrían generarse según el objetivo de la iniciativa. Entre los más comunes se encuentran la logística de operación, packing y equipo de soporte.

Por lo anterior, es esencial plantearnos el verdadero destino que le daremos a nuestro presupuesto al momento de ejecutarlo. ¿Un gasto? lanzar una plataforma al mercado solo por salir del afán del momento y luego abandonar. ¿Una inversión? Desembolsar un dinero que multiplicaremos gracias a un desarrollo que impacta debido a su permanente mejoramiento.

En resumen

La digitalización llegó para quedarse. De aquí la importancia de pensar en desarrollos a largo plazo y, sobretodo, sustentados con una inversión inteligente. Entendemos que cada proyecto es único, lo cual hace que deba seguir estrategias diferentes. Por eso llegar a hablar de una cifra exacta es contraproducente.

La carta de invitación es, entonces, no subestimar la trascendencia que podría tener el sector digital para su negocio. Además, el gran impacto que le generaría invertir inteligentemente en desarrollos duraderos y sostenibles. Entre tanto, no ha sido gratuita la escalada de este sector en la economía que, según el Ministerio TIC, en el mundo mueve oportunidades de negocio por más de US$4,5 billones y, en Colombia, aporta el 3,2% al Producto Interno Bruto.