La popularidad del comercio electrónico ha crecido significativamente en un periodo de tiempo corto. Solo en Colombia, de acuerdo a Google, las búsquedas de pedidos en línea aumentaron el último año un 220%.

La implementación de esta nueva forma de consumir, sin embargo, data de cuatros décadas atrás; incluso años antes de la aparición de la internet pública.

El origen del comercio electrónico

Por increíble que parezca, todo comenzó como un servicio social destinado a personas mayores que presentaban algunas limitaciones físicas y, por tanto, les quedaba imposible realizar sus compras de forma presencial.

Es así que el primer antecedente nos remonta a Inglaterra en 1984. En ese entonces Jane Snowball, una mujer de 72 años, completó la primera transacción sentada en una butaca y usando el control remoto de su televisor para comprar margarina, cereales y algunos huevos.

Cuando generó su lista de compras en la pantalla del televisor mediante un control remoto, su pedido fue comunicado telefónicamente a un supermercado local. Transcurridos unos minutos los productos llegaron a su casa.

El sistema de aquel entonces fue creado por Michael Aldrich y se distinguió como “Vídeotex”. Su principal característica era que funcionaba con una red cerrada de computadores desde la que procesaba la señal.

Por aquel entonces, ni Aldrich ni Snowball imaginaron que su experimento representaría el comienzo de una industria que, en países como México, ya genera el 34% de las ventas totales en diferentes comercios.

El siguiente avance se dio hasta 1994, momento en el que Daniel M Kohn, un joven de 21 años, creó un mercado llamado NetMarket. La iniciativa en su momento fue definida como "un centro comercial en el ciberespacio", y generó la primera transacción digital: un disco del reconocido músico Sting por US$12,48.

Aunque internet por esos días iba entrando sigilosamente en los hogares, eran escasas las empresas que se aventuraban a probar suerte en el comercio electrónico.

Una de estas fue Pizza Hut. En 1994, la cadena de comida rápida comenzó a vender sus productos en línea a través de su portal PizzaNet. Desde un sitio web completamente limitado, los usuarios podían diligenciar algunos campos con su dirección y número de teléfono para completar el pedido.

De forma paralela, finalizando el siglo XX, empezaron a aparecer algunos de los actuales gigantes de tecnología. Entre ellos, Amazon, eBay, Rakuten o Alibaba. El antecedente representó el paso definitivo hacia el comercio electrónico que hoy sobresale por su variedad de ofertas, accesibilidad e innovaciones tecnológicas.

Crecimiento del ecommerce en el mundo

Hace un par de décadas, navegar en internet y comprar en línea era una completa novedad. Es por esto que un verdadero punto de inflexión para el ecommerce podría situarse en 2017.

Desde ese año, en países como Estados Unidos, comprar en línea se hizo tan frecuentemente como ver televisión. Tanto que, de acuerdo al Centro de Investigaciones Pew, 8 de cada 10 estadounidenses usaron su computador o teléfono para adquirir productos en línea.

Ya en 2020, la declaración de una nueva pandemia aceleró significativamente su crecimiento. De acuerdo a estudios del sector, las medidas de bioseguridad y aislamiento impulsaron entre dos y tres años el crecimiento del ecommerce. En cuanto a Colombia, se redujo el tiempo que posiblemente tardarían en utilizar aplicaciones a domicilio al menos el 10% de su población. La proyección pasó de 10 a 5 años.

Parte de este comportamiento, se representa en el tipo de productos que adquieren los usuarios. Si antes el común denominador entre los usuarios era la adquisición de electrodomésticos, en los últimos meses el consumo de una gran variedad de artículos se ha llevado el protagonismo (ropa, alimentos, suplementos de belleza, etc.).

De hecho, entre marzo y abril de 2020, las ventas de comercio electrónico aumentaron un 49% en EE.UU. Tan solo en los supermercados, las ventas digitales diarias crecieron en 110%.

En resumen

Como podemos ver, la posibilidad de comprar en línea no es una práctica que se generó en el nuevo milenio. Sin embargo, la consolidación de internet como medio de comunicación, los cambios en las formas de consumir y un mundo cada vez más globalizado abrieron la puerta de la gran popularidad que se extiende por estos días.

En el futuro cercano es posible anticipar una revolución económica en los mercados emergentes. Pues si antes para estos países la principal barrera era el acceso a internet, se estima que en 2022 más de 3.000 millones de usuarios podrán navegar por la red. Esta cifra, de acuerdo a la consultora estadounidense Boston Consulting Group, representa tres veces el número de usuarios de los países desarrollados.

Hace algunos meses el comercio electrónico se percibía como la economía del futuro. Pero los repentinos cambios en los hábitos de consumo y la inesperada aceleración a raíz de la pandemia generada por el COVID-19, lo sitúan como el mercado del presente. Aquel pedido que se registró con un control remoto, hoy representa uno de los mercados que más dinero genera en todo el mundo.