Es una realidad y, por desgracia, cada vez más frecuente: las malas decisiones en tecnología le cuestan millones y años de trabajo a las empresas. En un mercado cada vez más voraz, un solo error podría significar darle toda la ventaja a la competencia que sí podría estar haciendo las cosas bien.

La mayoría de las veces, las malas elecciones son el resultado de una inadecuada velocidad de decisión, sesgos personales, falta de datos válidos que la soporten o un precio que, en el corto plazo, parece mucho más atractivo.

Repasemos los tipos de desastre que podría producir una incorrecta inversión en tecnología, así como la importancia de evitarlos para triunfar y mantenerte activo en el mercado.

Pérdidas financieras

Contratar tecnología obsoleta es encender la mecha de los riesgos operativos, fallas en los procesos y sistemas internos ineficientes.

La posibilidad de incurrir en pérdidas financieras derivadas del uso inadecuado de sistemas de información y tecnologías en la mayoría de los casos derivan de errores en el desarrollo e implementación de dichos sistemas y su compatibilidad, integración, o fallas para alinear la TI con los objetivos de negocio.

Dicho esto, elegir un incorrecto aliado tecnológico podría provocarte:

• Ataques informáticos que provoquen el robo de datos sensibles de la empresa.
• Fallos de hardware o software.
• Desarrollo improductivo de operaciones y servicios que realiza la empresa.
• Errores en el desarrollo e implementación de dichos sistemas y/o su compatibilidad e integración.
• Recuperación inadecuada de desastres y/o la continuidad de los planes de negocio.

Salidas temporales

¿Cuántas veces has tenido que iniciar de cero? Desconocer la capacidad de evolución de un proyecto produce retrasos y reinversiones sinsentido.

Cuando se toma una decisión únicamente de forma ahorrativa o con prisas, no se piensa en el crecimiento y escalabilidad que podría tener un negocio digital. Caso de esto es inclinarse por utilizar un software comercial basado en plantillas que impide agregar funcionalidades, optimizar la experiencia de usuario o integrar sistemas una vez se requiera.

Entendido esto, es clave que tomes tus decisiones no solo basadas en lo que te dicta tu negocio, sino en las verdaderas necesidades de los usuarios. De esta forma, evitarás salir al mercado con una plataforma que más allá de ser una solución, se convierta en un problema.

Deuda técnica

Las negligencias, errores o deficiencias de código podrían frenar tu productividad y generar elevados costes adicionales. El concepto de deuda técnica es usado para describir el déficit de trabajo que se adquiere al producir código pobre, incumpliendo prácticas aconsejadas para el desarrollo de software.

Los proyectos que actúan de esta forma, normalmente acaban pagando un mayor costo cuanto más tiempo pase. La deuda técnica suele materializarse de las siguientes formas:

• Documentación escasa, incompleta o inservible..
• Ausencia o deficiente control de versiones.
• Arquitectura no escalable.
• Rigidez para actualizar a nuevas tecnologías o plataformas.

Del éxito al olvido: empresas que se negaron a cambiar

Los avances tecnológicos hacen que sea inevitable el cambio. Mientras para algunas compañías significó ser la mejor aliada para dar el salto y liderar su sector, existen muchas otras que no supieron adaptarse y fallaron.

La historia empresarial está plagada de enormes fracasos que se produjeron por no subirse al tren de la innovación o considerar que ese no era el camino a seguir. La supervivencia depende en gran medida de la capacidad para adaptarse a las constantes transformaciones culturales y tecnológicas.

Tenemos el caso de compañías que en su momento dominaron el mercado y hoy se encuentran casi que olvidadas. Atari, Terra y muchas otras empresas no supieron responder ante los avances tecnológicos y fracasaron estrepitosamente dejando en el olvido aquellos pasados años de éxito.

Es claro que muchas oportunidades se presentan una sola vez. Seguramente si en su momento Kodak hubiese decidido replantear su core de negocio al de las cámaras digitales o Blockbuster aceptado la propuesta de Netflix de posicionar el formato streaming, continuarían con sus años de grandeza.

En resumen

Las sabias decisiones no son producto del azar o alguna corazonada. Sin importar el tamaño o sector en el que se encuentre la empresa, uno de los mayores riesgos de invertir incorrectamente en tecnología podría ser quedar obsoleto e invisible para los consumidores.

Estamos en un momento en el que, así una empresa cuente con el mejor producto o servicio, su inexistencia en un entorno digital o la carencia de herramientas que optimicen adecuadamente operaciones internas podrían conducir a su desaparición.

Los beneficios que podría generar la digitalización para tu empresa son ilimitados. No tienes por qué cohibirte de aprovecharlos implementando una solución digital de alto desempeño o invirtiendo en una tecnología que permita a tu negocio ser sostenible para los próximos años.