La mayoría de empresas que se destacan actualmente, se caracterizan por tener Sistemas de Gestión de Calidad. Estos SGC han sido tema de interés entre los gerentes corporativos, debido a que reúnen las condiciones mínimas que deben tener las compañías para funcionar correctamente.

Y ya que estos sistemas se han convertido en un elemento imprescindible a nivel corporativo, el interés de las organizaciones se ha trasladado hacia otros frentes en función de alcanzar la competitividad global. Uno de ellos es la Innovación empresarial o corporativa.

Hoy te explicamos cómo abordar e implementar una estrategia de innovación dentro de tu compañía:

Panorama actual de innovación

Hoy en día es común que las empresas posean procesos eficientes y de calidad, pero se están olvidando de implementar estrategias de innovación, arriesgándose a perder competitividad frente a las que sí las han implementado oportunamente. ¿Pero hasta qué punto la innovación aporta a una compañía?, ¿puede representar alguna mejora estructural más allá del área de diseño de productos o servicios? ¡Lo veremos a continuación!

Innovación Estratégica

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico —OCDE— (ente internacional referente en temas de innovación), nada de lo anterior representa “innovación”. Es decir, el mejoramiento continuo de un proceso en específico no se considera innovación a menos que implique “un alto grado de mejora” a nivel general.

De acuerdo a la OCDE, “la innovación ya no hace referencia solamente a la creación de nuevos productos y mejora de procesos, sino que también incluye las estrategias de marketing e intenta ver la organización como un todo, incluidas sus relaciones externas”. Y es que, al tratarse de un concepto tan importante para alcanzar la competitividad, la innovación, debería entonces, ser planteada desde la estrategia.

Si la estrategia se define como el “conjunto de acciones que una organización considera pertinentes para alcanzar sus metas en un periodo de tiempo”; no darle la suficiente importancia, constituye un riesgo para la supervivencia de una compañía. Sobre todo en entornos tan complejos, cambiantes y competitivos como los actuales.

El paradigma de la innovación

Entendiendo la importancia que tiene dicha innovación, distintas organizaciones han optado por agregarla al final en sus conceptos de Investigación y Desarrollo, a modo de complemento (I+D+i). Pero al hacerlo de esta forma, se ha perdido de vista su objetivo principal que es el de impactar todos los procesos de una organización.

La innovación, entonces, debe ser primordial y el proceso que decide el camino a seguir, los recursos a asignar y la forma en la que se va a desarrollar el itinerario de una compañía en un viaje hacia la mencionada “competitividad organizacional”.

Ahora bien, en este punto es importante que tengamos en cuenta que muchos de los esfuerzos de Investigación y desarrollo (I+D) no han significado innovaciones; y que muchas innovaciones no han requerido de investigación ni de ciencia, sino del empleo y combinación de tecnologías ya existentes.

Lo anterior no significa que la investigación no sea importante, sino que debe estar enfocada en los objetivos estratégicos de las organizaciones. Por lo que antes de llevar a cabo un proyecto investigativo, es preciso tener claridad sobre la pertinencia y relevancia de los temas que se van a estudiar, porque la historia está llena de investigaciones que no tuvieron resultados concretos, pero que sí costaron millones. De cualquier forma, este dinero se hubiese podido emplear en desarrollos enfocados en las necesidades de la sociedad y en desarrollos para el mercado.

Y ya sabemos que no toda investigación puede ser exitosa, pero sí debería estar alineada con una estrategia clara que tenga problemas reales por resolver y que muestre hipótesis tentativas para alcanzar metas específicas.

Innovación en empresas de la actualidad

Es momento de hablar de temas más conocidos, así que al hablar de innovación empresarial, seguramente estás pensando en estos 4 tipos que hoy son bastante conocidos:

1. Innovación en producto/servicio.
2. Innovación de procesos
3. Innovación en marketing.
4. Innovación de modelo organizacional.

Sin embargo, la práctica común para medir la innovación en las empresas actualmente según Raymond Prada, experto en innovación y creatividad, está dividida en dos tipos: “Innovación Estricta”, que mide la creación de productos y servicios nuevos o la mejora significativa de los mismos en el mercado internacional, e “Innovación Amplia”: que hace referencia a la creación de al menos un bien o servicio nuevo o mejorado para el mercado nacional, o de un proceso nuevo o mejorado para una empresa.

Lastimosamente, las empresas hoy registran bajos niveles de innovación y según Prada, en su libro “Gestión de la innovación y la creatividad”: “Varias investigaciones realizadas para institutos y ministerios de innovación y ciencia de habla hispana indican que menos del 1% de todas las empresas formales realizó en los últimos años una innovación estricta”.

Pero, ¿Cómo deben las empresas abordar un proceso de innovación?

Para implementar una estrategia de innovación corporativa, cada organización debe tener en cuenta sus objetivos estratégicos, para posteriormente definir sus planes de acción. Es común que las empresas que quieran incursionar en el campo de la innovación deban comenzar por una actualización en su cultura organizacional, así que lo mejor es estar preparadas. Por lo que un cambio sustancial que les permita salir de su zona de confort, replantear lo necesario y tomar un segundo aire, hará más fácil el poder triunfar en el mercado y sus nuevas tendencias.

Desafortunadamente, esta zona de confort funciona como una burbuja que atrapa a los tomadores de decisiones, aislándolos de la realidad. Una realidad en la que las nuevas tecnologías están teniendo el control y ellos ni siquiera les dan la oportunidad de ayudarles a innovar en sus procesos.

Ya vimos de qué se trata la innovación empresarial, cómo es el panorama regional, además de los obstáculos que existen actualmente, por lo que es momento de actuar.

Consejos clave en la innovación empresarial

1. Selecciona empleados con potencial innovador
   
   Los empleados innovadores son aquellos que siempre tienen una idea fresca en su cabeza y buscan la forma más sencilla para resolver un problema. Generalmente su pasión por lo que hacen es demasiado notoria. Un software de Recursos Humanos puede ser una gran alternativa para gestionar el talento innovador.
   
   
2. Lidera con el ejemplo
   Fomentar la creatividad desde los cargos superiores de una compañía, es fundamental para que la cultura de la innovación alcance a todos los empleados. En definitiva, un auténtico líder no es el que está más arriba en la jerarquía del organigrama empresarial sino quien con su ejemplo guía a los demás.
   
   
3. Promueve la innovación entre el equipo
   
   Para crear una cultura corporativa que contribuya a desarrollar los procesos de innovación, hay 3 requisitos muy importantes:
   Los empleados no deben sentir miedo a proponer ideas.
   
   - Los gerentes, mandos intermedios, etc., no deben castigar las ideas al primer momento, sino validar su viabilidad y pertinencia.
   - El trabajador debe percibir que sus ideas son valoradas
   - Estos requisitos son sumamente necesarios para que los empleados se arriesguen a participar en los procesos de innovación y puedan aportar su grano de arena.
   
   
4. Crea un canal/medio para las ideas innovadoras
   
   Es ideal que los empleados de una compañía puedan tener un medio por el cual puedan compartir sus contribuciones o ideas para mejorar los procesos internos o externos. Este espacio, que si aprovecha la tendencia, puede ser digital, ayudará a incentivar la creatividad y fomentará un ambiente laboral favorable para todo el equipo de trabajo.
   Las redes sociales internas son una excelente herramienta por donde los empleados pueden poner a consideración del equipo, las nuevas ideas para transformar a su empresa en el futuro.
   
   
5. Premia las ideas creativas
   
   Una práctica efectiva para incrementar la innovación empresarial consiste en incentivar a los empleados que tengan las ideas más disruptivas y útiles, con reconocimientos que pueden ir desde dinero, días libres o viajes.
   Una vez hayas entendido el paradigma y evidenciado el panorama completo, ahora es momento de que lo pongas en práctica, de manera que puedas llevar a tu compañía a un siguiente nivel
   

En conclusión:

Hoy en día, las empresas suelen tener procesos eficientes y de calidad, pero al no implementar estrategias de innovación, se arriesgan a perder competitividad frente a las compañías que sí las han implementado oportunamente.

Para la OECD, el mejoramiento continuo de un proceso no es considerado innovación a menos que implique “un alto grado de mejora” a nivel general. De manera que: “la innovación ya no hace referencia solamente a la creación de nuevos productos y mejora de procesos, sino que también incluye las estrategias de marketing e intenta ver la organización como un todo, incluidas sus relaciones externas”.

Al tratarse de un concepto tan importante para la competitividad organizacional, la innovación debería ser planteada desde la estrategia. Y no darle la suficiente importancia a esta estrategia, significa un riesgo para la supervivencia de una compañía. Sobre todo en entornos tan complejos, cambiantes y competitivos como los actuales.

Algunas organizaciones han optado por agregar programas de innovación al final en sus conceptos de Investigación y Desarrollo, más como complemento (I+D+i). Pero al hacerlo de esta forma, se pierde de vista su objetivo principal que es el de impactar todos los procesos de una organización.

Como hemos podido ver, la innovación debe ser primordial y la que decide el camino a seguir, los recursos a asignar y la forma en la que se va a desarrollar el itinerario de una compañía en un viaje hacia la ya mencionada “competitividad organizacional”.