¿Cuánto tiempo toma desarrollar un proyecto digital?

Muchas de las dudas que tenemos cuando decidimos invertir en tecnología, giran en torno al aspecto tiempo. Es común que nos preguntemos: ¿Cuándo tendré mi solución lista? ¿En qué momento comenzaré a percibir los resultados? ¿Cada cuánto tendré que hacer actualizaciones?

Para bien o para mal, cada una de las respuestas nos conducen a un DEPENDE. El tiempo de implementación está premeditado por la experiencia del equipo que lo llevará a cabo, el alcance del proyecto, y las necesidades de la empresa. Revisemos este último aspecto.

Entender en qué consiste tu necesidad, requiere en la mayoría de los casos hacer un estudio de usabilidad previo. De hecho, una de las mejores prácticas antes de llegar a un producto final, es trabajar en una fase de estrategia que nos permita descifrar los tipos de funcionalidades que tu usuario necesita.

En esta línea, aunque la duración del proyecto puede variar, el proceso para cada uno suele ser similar. Sea un ecommerce, un website, un sistema de gestión de procesos o cualquier otro tipo de producto digital, generalmente cada aliado tecnológico tiene una metodología clara de trabajo desde la cual divide las fases del proyecto.

También debes saber que es fundamental incluir en el contrato el tiempo estimado para el desarrollo de la iniciativa digital. Ante esto, se hace necesario incluir condicionantes que cuenten con la capacidad de alterar, extender o acortar dichos plazos. Concebido pues, podemos encontrar:

• Especificación del proyecto: Aclaraciones en el contrato que advierte sobre elementos que permitan modificar hasta cierto punto el tiempo pactado. Tales como el alcance del proyecto, especificaciones técnicas e integraciones a plataformas externas.
• Aprobación de diseños y Key Visual: Es necesario que las dos partes (cliente y aliado tecnológico) cumplan con los plazos acordados para la validación y aprobación de diseños. Todo esto con el objetivo de anticiparse a posibles retrasos por la falta de consenso en aspectos estéticos y de usabilidad.
• Documentación requerida: Es imprescindible entregar la documentación solicitada a fin de disponer de la información suficiente para que la empresa sea capaz de cumplir con todas las fases y adecuarse a las necesidades del cliente. Cualquier retraso en la información, puede provocar incumplimientos en cada uno de los hitos.

Como pudiste ver más arriba, la metodología de trabajo es fundamental para cumplir con los tiempos de entrega acordados. Como no existe una única fórmula, te presentamos la que utilizamos en Axiacore.

Framework AX3

Nuestra novedosa fórmula AX3 representa la combinación perfecta entre estrategia, diseño, ingeniería y soporte. Este modelo de construcción, por lo general nos permite finalizar un proyecto a los 3 meses de iniciado. En nuestra experiencia, lo más rápido ha sido 2 meses, y cuando es muy grande puede ir hasta 6 meses. De nuevo, depende del alcance.

A continuación, podrás conocer cada una de las fases que componen la fórmula a partir de la cual hemos realizado con éxito más de 150 proyectos digitales.

Fase I: Definición de la estrategia digital

Iniciamos la mayoría de los proyectos con una fase de descubrimiento y planificación. Esto con el fin de identificar las tecnologías apropiadas y el cronograma de desarrollo.

Posteriormente, el equipo de diseño hereda las historias de usuario que fueron acordadas previamente con el cliente. Estas historias, no son más que simples descripciones a las actividades que los diferentes usuarios podrán realizar dentro de la plataforma.

Una vez identificado, creamos esquemas de escala de grises para ilustrar cómo será el flujo de un usuario a través de la plataforma (más conocidos como wireframes). De hacer la analogía con el campo de la arquitectura, esta fase equivale a la formulación de los planos que utilizamos para construir una casa.

Fase II: Diseño y construcción del producto digital

Una vez definida la navegación y aprobado el Key Visual, hacemos la transición a ilustraciones y diseños que definirán la apariencia final de la plataforma digital (es decir, la interfaz de usuario).

Posteriormente, los diseños se cargan en una plataforma de creación de prototipos llamada Invision que permite a nuestro equipo crear "puntos de acceso" deslizables. Esto con el fin de mostrar la aplicación a través de un dispositivo simulado en un navegador web.

Una vez que el trabajo está completo, pasamos a la fase de desarrollo. El equipo de desarrollo/ingeniería y el Project Manager continuarán con los esquemas y las especificaciones funcionales de la plataforma.

Mientras todo esto sucede, el equipo de control de calidad creará un plan de pruebas completo para la aplicación. En esta etapa, realizamos continuamente pruebas funcionales y de regresión en la aplicación para garantizar que la plataforma funcione correctamente.

Fase III: Actualizaciones, infraestructura y mejoras

Aunque 3 de cada 10 negocios reciben ciberataques a diario, casi ninguno está preparada para enfrentarlo. El episodio se agrava cuando sabemos que el 60% de las pequeñas y medianas empresas, no pueden sostener sus negocios más de seis meses luego de sufrir un ciberataque importante.

Por lo anterior, una vez que la plataforma ha salido a producción, velamos por su estabilidad, seguridad y correcto funcionamiento con un servicio dedicado. Tan importante como en un establecimiento físico, el mantenimiento garantizará a tus usuarios una gran experiencia, al tiempo que te permite anticiparte a cualquier falla o vulnerabilidad desprendida de una desactualización.

En resumen

Como puedes ver, en tecnología no existen absolutos. Crear una plataforma a la medida de tu negocio, implica conocerlo muy bien para identificar el tipo de producto que necesitas y, en consecuencia, estimar con precisión un precio y tiempo de implementación.

Aunque puedan existir similitudes entre las metodologías aplicadas por una empresa y otra para ejecutar un proyecto digital, en ningún caso será exactamente la misma. Precisamente, conocer este proceso es fundamental para que puedas tomar una correcta decisión al momento de elegir el aliado tecnológico a quién confiarás tu iniciativa y la sostenibilidad de tu empresa.